EEUU detrás de Lacalle Pou contra Alberto Fernández
Acertada respuesta del presidente de Argentina, Alberto Fernández, al peón uruguayo de EEUU, Lacalle Pou. El choque era inevitable, pues el principal interesado en la reducción arancelaria del Mercosur es justamente el imperio del norte, que perdió terreno en su política de recolonización sudamericana. Además de las crisis sanitarias, económicas y políticas en Ecuador, Brasil, Perú, Colombia, ente otros, bajo su cobijo y el avance de China como mercado para América Latina y de Rusia en prestigio por la vacuna contra el Covid
EEUU enojado

Es al revés de cómo lo relatan los medios de la derecha. El ofuscado no es Alberto Fernández, el ofuscado es EEUU que encuentra límites a su proyecto de recolonización: destrucción del Mercosur e Hidrovía en competencia geopolítica contra China y Rusia. Lacalle Pou no hace más que manifestar la voz de EEUU, que sólo tiene reservado para Sudamérica el ALCA (Acuerdo Libre Comercio de las Américas) o tratado exterminador similar.
Alberto Fernández es coherente en política internacional y ha logrado triunfos invaluables como el regreso de la democracia a Bolivia. Se equivoca al apoyar investigaciones de DDHH en Venezuela, motorizadas por EEUU, pero no pasa a la intromisión de los asuntos internos de ese país soberano y democrático. Alg que practican el resto de los gobiernos títeres Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Colombia. Por eso Alberto es criticado por izquierda y por derecha.
Se suma que días atrás Argentina se retiró del Grupo de Lima. Un organismo que pretendía reemplazar al Mercosur y sus objetivos de integración regional económicos y políticos para ponerse a disposición de los intereses de EEUU. Eso implicaba promover ataques contra Venezuela, apoyar el go!pe de estado contra Evo Morales en Bolivia, y condicionar a Argentina desde que Alberto es presidente (antes tenían un sirviente incondicional: Macri).

EEUU no tolera gobiernos que no le sean sumisos en el marco de su disputa geopolítica en Sud América contra China Rusia. Las ventajas hacia sus súbditos, en este caso Uruguay, son de valor 0. Cero beneficio para cualquier acuerdo bilateral con EEUU por fuera del bloque. La raquítica clase dominante uruguaya nada en concreto recibirá, tal vez sólo la promesa de que EEUU y su capataz Bolsonaro les permitan volver a ser el paraíso fiscal que fue durante la presidencia de Lacalle Pou padre y su familia de banqueros corruptos (crisis financiera de bancos del 90-92), que vendrían a ser cómo los Macri uruguayos.
La acusación de «lastre del Mercosur», no es más que la expresión de un bocón peón de Bolsonaro al servicio de EEUU. Triste rol de esa clase dirigente y empresarial que convirtió a Uruguay en un país pobre y que expulsa a su población (la misma cantidad de uruguayos fuera que dentro del país). Lacalle Pou habla por Bolsonaro que está en condiciones de negociar con EEUU y sacar alguna ventaja en tecnología industrial, por el tamaño de la economía brasileña. Pero a la vez necesita de Argentina para sostener fundamentalmente el rubro de cereales, alimentos y textil-calzado socavado por China.

El Mercosur
Es una agrupación económica y política de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, que busca presentarse en bloque en las relaciones comerciales con otros similares. Y tiende a la complementación de sus economías orientadas al mercado internacional y al intercambio de las naciones integrantes, protegiendo las diversas industrias a través de aranceles a los productos del exterior.
Se trata de una de las regiones más ricas del mundo en recursos naturales que EEUU y Europa, históricamente han esquilmado. La organización en bloque protege la industria regional de la desigual «libre competencia» entre un pececito y un tiburón.