Elecciones en Paraguay, disputa de camarillas sin apoyo popular

Cualquier candidato que triunfara no modificaría el contexto central de Paraguay como una simple colonia de EEUU. Por ende ganó el más coherente con esa idea, quién más la garantiza por historia fundamentalmente, del Partido Colorado. La interna de esta organización se resuelve en elecciones generales

Camarillas sin apoyo popular

El presidente electo, Santiago Peña, resultó electo con el 27 por cien del padrón habilitado para votar. Es decir, obtuvo el 42 por ciento de los votos positivos pero en una participación del 60 por cien del electorado. Muy poco en realidad, ya que a ese 27 real, en relación al padrón, se llega con la planta estatal , el clientelismo y las familias de los integrantes de las fuerzas de seguridad. El resto de los partidos logro mucho menos, quedando el 2do a más de 10 puntos de distancia. El último y casi el único presidente con más de la mitad de apoyo popular lo tuvo el progresismo con la cura Fernando Lugo, a quien la derecha desestabilizó fácilmente con operetas de falsos reclamos de paternidad de supuestas ex novias y con una salvaje masacre policial contra campesinos del interior del estado guaraní. Porque Lugo administraba el gobierno no el estado, que es una institución de las tantas que integran el estado y encima un estado narcoterrorista.

El saliente presidente Mario Abdo Benítez, tampoco asumió con una mayoría; ningún candidato Colorado llega al 30 por cien del padrón real. Quién gana la interna de ese partido gana la general. Abdó, durante su presidencia, alentó las denuncias de EEUU contra Cartés por la disputa en las rutas del contrabando y narcotráfico. Fracasó, y hoy vuelve Cartés con su delfín Peña. No hay que descartar que en esa pelea ente ambos sectores, Abdó salga muy cuestionado por el crimen infanticida de las niñas Villalba y la adolescente Lichita y demás atrocidades.

La oposición impulsada por el progresismo cuenta con pocos votos pero mucha y variada amplitud (hacia la derecha) en su composición; como gustan hacer los progres (aunque salga mal mil veces). Allí radica la causa de su derrota histórica, la «gente», hundida en la pobreza, vota con expectativas de mejoras económicas sustanciales no con discursitos piolas que no modifican su realidad. Los pueblos saben; elevar el nivel del debate no es hablar con palabras difíciles de catedrático, si no hablar de planes concretos para resolver la economía y asegurar un futuro.

Colonia de bases militares

Paraguay está sometido por EEUU, junto a Colombia es el país con más bases militares cuenta. Desde allí operan el Pentágono, la DEA, la CÍA y a cambio el país vecino de la Argentina no ha recibido nada, a empeorado su situación de pobreza. Con esa política EEUU atraviesa Sudamérica por el medio. Con la excusa de combatir contra el narcotráfico y el terrorismo se asienta en un subcontinente rico en recursos naturales (acuífero guaraní) cercando el Amazonas y ejerciendo presión en los países de la región.

En el caso de Paraguay el narcotráfico ha crecido con la presencia de la potencia del norte de América. Las zona del este paraguayo, limítrofe con Brasil está completamente liberada y la DEA interviene cada tanto para que no caiga el precio de la cocaína (igual que en Colombia) por sobreabundancia en el mercado. En cuanto al supuesto terrorismo islámico difundido por los medios ( Infobae hace punta: Hadad, Montoto, Bullrich) es más una excusa intervencionista para quedarse con la industria del contrabando, muy fuerte en Paraguay, destinada a abastecer el inmenso mercado brasileño.

Stroesner, Partido Colorado

A Paraguay lo hundió en el siglo XXI (19) la Guerra de la Triple Alianza apoyada por Inglaterra. En efecto, las oligarquías de Brasil, Argentina y Uruguay aplastaron al avanzado y moderno Paraguay de aquel entonces (propiedad estatal de la tierra, adjudicada a pequeños propietarios) por ser un país independiente de Inglaterra y competidor económico de sus vecinos (1er productor de acero en 1850 de AL y exportador de materia prima). El cerco económico impidiendo el tránsito por el río Paraná y De la Plata para salir al mar , terminó en el cerco militar y la invasión. En nuestro país, mitrista y oligarca, la cuestión de clase primó por sobre la cuestión nacional y de solidaridad con el pueblo hermano. En el siglo XX (20) el dictador Alfredo Stroesner siguió hundiendo al país con su gobernante Partido Colorado (es el partido que emerge de la derrota en la guerra, es hijo de esa derrota) impidiendo que Paraguay despegara de la ruina impuesta con la guerra. Y sin ese despegue Stroessner y su oligarquía, poca gente y mucha tierra, tuvieron como único proyecto abastecer legal e ilegalmente, al mercado negro de Brasil y Argentina

El Partido Colorado es el histórico del dictador Alfredo Stroesner y su familia de quién la familia del presidente electo Peña es amiga; también de la de Horacio Cartés, ex presidente paraguayo y uno de los empresarios más ricos del país, acusado en los Panamá Papers y también de la del saliente Mario Abdó, cuyo padre era secretaria privado del dictador.

Los actuales dirigentes de ese partido vienen de esa escuela y son los hijos y nietos de las familias que conformaron la administración del dictador por más de 30 años. Por eso Peña, Abdó, Cartés son los continuadores de su proyecto de colonia bananera, sólo que en vez de bananas hay narco.

El amiguito de Peña es el nieto de Stroessner, estudiaron juntos en EEUU

Qué le espera a Paraguay?

En Paraguay siempre hubo crisis social ( hambre, miseria y calamidades sociales de todo tipo) pero el sistema, su clase dirigente tuvo capacidad de absorción, es decir el redireccionamiento de los problemas hacia naciones vecinas, ya que Paraguay es un país que expulsa a su propia población. No hay familia de ese país que no tenga integrantes en países vecinos, en especial Argentina, donde a pesar de las dificultades esos migrantes aportando su trabajo y conocimientos (brindan y aportan más de lo que se benefician) pueden acceder a la educación, la salud, la vivienda y la alimentación como no podrían hacerlo en su país.

Hay un falso prejuicio circulando, difundido desde usinas macristasy mediáticas, que dice «Paraguay está mejor que Argentina» y «Ahora hasta estamos más pobres que Paraguay». Lo cual en números reales no es cierto, ni con Macri ni con Alberto Fernández, los argentinos fueron o son más pobres que los paraguayos, ambas campañas recíprocas son falsas. El dato de fondo dice que un argentin@ para no ser pobre debe tener 4 comidas diarias, algo inaccesible para gran parte de la población, pero esa es la medida. En Paraguay quien no accede a 1 comida diaria es pobre. Para impulsar y luchar hacia una realidad mejor la mentira no sirve, no es buena.

El destino de Paraguay es el destino de América de Sur. No va a cambiar nada si no cambia el conjunto de la región, que se iniciará en un país 1ro y luego se extenderá a los demás. El pueblo paraguayo debe construir, como empezaron en Perú, su «Que se vayan Todos».

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