Diego ganaste, sos bandera de lucha
Diego Maradona volverá siempre. Peleó y después de muchas derrotas al final ganó. Porque ganó la pelea más importante: la trascendencia histórica y el amor de los desposeídos del mundo. No hay fenómeno que supere eso. La mayor de las glorias pertenece a Diego. Lo ha logrado.
El héroe popular
No importan las mentiras, ni las campañas en contra. Los medios del poder hablan de todo lo que te rodeaba menos de lo principal: al final Diego les ganaste. Por más de 4 décadas ellos te tiraron con todo, te demonizaron, mintieron; ayer caranchearon tu vida, hoy caranchean tu muerte. Pero sabélo, les ganaste. Al final te digo por qué.
Desde tus inicios demostraste ser el mejor en lo tuyo. Eso puso en alerta a los poderosos que buscan «embajadores» todo el tiempo. Si estás con ellos y su discurso te aceptan, te blindan y si no lo estás te atacan. Vos, inteligente como el que más, te diste cuenta que si estás con ellos también TE USAN y te tiran y que al final no es digno estar con los poderosos. Y optaste por los pueblos, por los excluídos.
No fue gratis. Si el costo de estar con los poderosos es ser un sirviente obediente (con auto y casa asegurados), estar con los desposeídos también lleva el costo de recibir en 1ra fila los palos del poder. A quien no le inquieta la actividad culturalªªª abstracta, sino lo concreto de un discurso ideológico de interés popular. Pero te la bancaste. Porque no deseabas la amargura de un vencido empleado del poder. No eras un perdedor aun perdiendo batallas. Vos querías la gloria y el respeto de millones en el mundo. Por eso fuiste el más popular y famoso. Tus posturas y coherencia circularon de boca en boca, de aldea en aldea, de pueblo en pueblo. No fueron los medios argentinos y del mundo quienes te pusieron allí arriba. Ellos te querían destruir y el efecto fue el opuesto. Las personas de los más remotos lugares, hablando de boca en boca, se enamoraron de vos y te adoptaron como héroe.
No hubo charla de café o reunión en la que no se hablara de vos. Hasta en las pausas de las guerras más lejanas y absurdas se hablaba de vos. Eso no lo logra nadie. Si hasta Nelson Mandela te quería conocer y no se pudieron encontrar.
Cómo peleaste Diego
Podrías haber sido un empleado del poder, o amigo de Bush, pero no quisiste. Ser un «embajador» de las multinacionales que operan en los mundiales, o de las guerras de EEUU en el mundo, o del golpismo en América Latina, o ser una figura que lanzara el discurso liberal, racista, xenófobo, pro yanky, sojero, mano dura, o predicar la teoría de los dos demonios a favor de los genocidas. Querían un Maradona que defendiera a los ricos, que apoyara devaluaciones, que dijera que el glifosato es bueno. En 44 años no lo lograron.
En cambio te informaste sobre Cuba allá por los 80. Causaste polémica al decir en 1985 «En Cuba no hay hambre», «No hay chicos mendigando», «No hay desdentados»… Nadie se había animado a tanto… En ese tiempo la mayoría de los milicos genocidas estaban en libertad, Alsogaray tenía el 22% de los votos y vos te mandaste un piropo muy cierto sobre Cuba. Desde ese día te hicieron la cruz. Y peor cuando te hiciste amigo de Fidel y luego Hugo Chávez, Maduro, Néstor, Cristina, Lula, Evo. Vos sabías. Elegiste bien.
Porque vos no querías ser un empleado del poder.
Ese poder que quería hacer de vos otro Garrincha. Que te fueras olvidado. El crak brasilero que jugaba con Pelé fue objeto de burlas hasta último momento. Le hizo ganar a Brasil 2 mundiales, pero terminó muriendo en la pobreza extrema, en la calle y olvidado. Mané Garrincha nunca dijo nada político ni se peleó con nadie y terminó así. Otro de los miles de casos es el de Obdulio Varela, el capitán uruguayo del Maracaná del 50, que terminó en la pobreza absoluta trabajando de cuidacoches en un restaurante. Los vengaste y salvaste el linaje de rebeldes (como diría el artista Jaime Ross)
El poder esperaba un final similar para vos. Y a pesar de todo no pudieron. Al final te digo por qué.
Buenos jugadores de fútbol siempre hubo y va a haber, y aunque fuiste el mejor, el amor no te llegó por las hazañas deportivas si no por el sentido que les diste a esas proezas: el sentido humanista y solidario. Decías lo que había que decirles a los poderosos. Si había hambre había que decirlo, si había pobreza también. Diste alegría a los excluídos, porque sentían que uno de ellos había llegado bien alto siendo el mejor en el deporte más popular de mundo. Y más allá de la alegría que diste con tu juego, ya que muchos otros también lo hicieron, diste, mostraste y educaste Conciencia de Clase.
Eso es lo que tomó el mundo de vos, más que tu fútbol: tu enfrentamiento con los poderosos. Esa coherencia es la que te trasciende hoy.
Pasó tu tiempo Diego, como nos pasará a todos. Somos lo que dejamos artística, científica pero más políticamente. Porque todo es político y no darse cuenta de eso es quedarse a mitad de camino. Quedarse con una vida inútil y mediocre. Lo sabías y fuiste a fondo. Aún perdiendo parte de tu vida personal, fuiste por lo principal: tu deseo de un mundo mejor.
Por eso se enoja el gorilismo derechista. Por tu vida de discursos contra el poder, tus amigos revolucionarios, lo que sembraste en 44 años mientras recibías palos y más palos. Hasta en tu despedida final te dieron y le dieron palos a los tuyos: el pueblo. No pasó nada grave, excepto la represión policial que nada tenía que ver con vos y tu historia. Es que la derecha vio que no tenía ganada la calle como creía. Vio las fuerzas latentes y que se pueden desatar. La derecha creía tener todo controlado y que jugaba sola. Hasta decían «Alberto no termina el mandato», a veces en modo «neutral» preguntan «Alberto termina del mandato?». Y asistieron desconsolados a una marea popular que estalló ese análisis superficial (de cabeza de termo): Alberto va a terminar su mandato porque hay millones que no quieren que vuelva la derecha. Así que no es con Alberto solamente la cosa. Por si vienen de guapos, hay una barrera de millones de argentinos movilizados, y con bronca, y adoctrinados por el Diego entre otros. «Qué la sigan mamando», dirías.
Había desesperación por saludarte y dolía el alma por la partida final del héroe popular. Te ibas vos, no se iba cualquiera. Cuando se vayan Magnetto o Macri o Grobocopatel no pasará nada, no habrá dolor popular. Se irán fría y prolijamente, té de por medio. Se irán sin gritos ni llantos, ni conflicto. Se irán sin remeras ni tatuajes, ni banderas.
Y a propósito de banderas te cuento por qué ganaste.
Sos bandera, sos gloria
Esa lucha contra los poderosos la ganaste Diego, porque hoy ya sos bandera.«Nunca te ‘Cortaron las piernas». Sos símbolo de lucha para los excluídos que en cada lugar del planeta te invocan y te llevan en banderas. Seguís bancando los trapos. Eso te debe gustar. Porque ahora vas a estar más presente que nunca. Ahora cada lucha, grande o pequeña, en cualquier país del mundo, va a contar con una bandera tuya (LTA-La Tienne Adentro). Cómo si fueran las banderas del Che presentes en todas las luchas desde hace años. La derecha va seguir atacando esa bandera, no quiere otro mártir de las causas populares, y va apelar a todo su arsenal ideológico: incluído cierto feminismo de escritorio funcional a la derecha.
Viste Diego? Por eso ganaste. En la pelea de 44 años contra los poderosos y sus medios de comunicación derrotaste a esa propaganda ORTIBA que buscaba desvirtuarte, anularte. Querían dejarte en la «pelotita» y nada más. Pero les ganaste. Pensaste y fuiste fuerte. A veces fuiste malo. Y a veces para ganarle al poder capitalista hay que ser tan malo como ese poder. Supiste ganar. Por eso ganaste.
Y también v a pasar que en las escuelas los alumnos van a a entender el concepto de gloria a través de tu vida.
Diego, donde quieras que estés, serás referencia de los que luchan y los pueblos te tendrán presente siempre. Debés estar en paz sabiendo que con vos no pudieron y que enseñaste a ganarle a los poderosos. El mundo va a cambiar Diego, no llegaste e vivirlo pero enseñaste a tener fuerza para cambiarlo para que las próximas generaciones lo vivan.
ªªª Se refiere a que no es lo mismo, no tiene el mismo grado de exposición ni de riesgo una militancia cultural a una miitancia políitica bien definida
Excelente artículo! Sos muy groso!