Garro atacó a feriantes de Arana
Hoy al mediodía la patrulla de Garro irrumpió en la tranquila localidad del sur platense. Presiona el desalojo de feriantes para dejar la venta de alimento en manos de Damián Perello del supermercado Alma Mía. La cofradía con el municipio, su historia e intereses afines. El pibe blanco de clase media contra los morochos humildes.
Garro atacando a productores verduleros
Un grupo de choque del municipio irrumpió en un puesto de frutas y verduras de Arana, La Plata, con apoyo de la comisaría del lugar, el tristemente conocido Destacamento Arana, ex centro clandestino de exterminio y tortura de la última Dictadura Militar. Las feriantes, víctimas del atropello, denunciaron la connivencia del municipio y la policía con Damián Perello, propietario de Alma Mía que no quiere competencia en el rubro alimentos-gastronómico. La razón es que va a inaugurar próximamente un mercado de frutas y verduras en el espacio público pero permitido por Garro. Y la productora verdulera le resulta molesta.
La cofradía con Garro
En efecto, Perello le da en alquiler una subdivisión del supermercado para oficinas donde funciona la Delegación Municipal Arana y tiene una fluida relación con el Destacamento policial ex «Pozo de Arana» (lindero al comercio de su propiedad). Su familia, radicada hace 80 años, comerciaba alimento y bebidas con los habitantes de la zona. Entre ellos los milicos del pozo que en los años 70 se cruzaban al bar del almacén a tomar wisky o gaseosas entre cada sesión de picana y charlar con sus amigos Perello. No sólo eso, hasta el año 2012 frente a ese comercio y la comisaría hubo por años un cabaret. Regenteado por los servidores de la ley obviamente.
El intendente macrista quiere a Perello de puntero institucional. Y por eso le habilitó parador gastronómico con expendio de alcohol hasta altas horas de la madrugada. El pibe blanco aprovechó la pandemia.
Del llanto al poder
En 2017 el comercio Alma Mía se incendió y Garro lo asistió de inmediato. Hubo una campaña de apoyo y obsequios de materiales para reconstruir el edificio, que al parecer no estaba asegurado contra siniestros. Los mismos vecinos feriantes atacados por el municipio colaboraron con rifas y festivales. Incluso limpiando y arrojando agua el día del fuego. Perello suplicaba en aquel entonces, llovieron donaciones y regalos. Y relanzó el supermercado.
Arana no ha escapado a la crisis económica y el vecino se la rebusca cómo puede. Muchos laburantes van de otras zonas a vender lo que producen y a re vender productos. En Arana muchos trabajadores del sector frutihorticola ofertan sin intermediarios. Hasta ahora nadie había pedido la expulsión de nadie, porque está mal, aunque compitan, que el vendedor de frutillas buchonee al otro; o el vendedor de facturas, pan, miel, huevos haga algo tan despreciable.
«Sacar a los bolitas«
Los Perello son de los primeros habitantes de la zona, los blancos de las casas lindas de la curva de 137 y 637. Son los tanos que hacían quinta explotando peones y medianeros pero que en los 90 fueron perdiendo terreno con los quinteros del interior del país o bolivianos. Éstos venían con mejores técnicas de trabajo y mayor voluntad y son el principal eslabón en la cadena productiva frutihortícola.
El barrio La Aceitera en cambio, está formado por casas humildes en su mayoría y lo habitan trabajadores de la economía popular en general. Era una planta de refinamiento y al vaciarse sus instalaciones y mediante demoliciones, ganaron lugar las viviendas.
Algún vecino contó que habitualmente el pibe blanco Perello exclama «Hay que sacar a los bolitas». Y al parecer tendrá éxito. Porque a Garro poco le cuesta ir contra humildes feriantes. Pero todo vuelve y algún supermercado chino en el corto o mediano plazo hará pagar conductas tan bajas.
Hoy fue un día lucha vecinal por el decomiso-robo de frutas que la policía efectuó a los productores y largas filas de autos se enteraron de la razón del conflicto: Garro-Alma Mía vs. Productores de la zona.