Militares crean su Mesa de Enlace golpista

«Nació para conspirar» afirmó el Ministro de Defensa Agustín Rossi. Los destituyentes son instalados por los medios hegemónicos, para organizar una multisectorial golpista que sume a sectores rurales, judiciales y políticos que convoque a las fuerzas de seguridad

Mesa de Enlace militar

Mesa de Enlace: Claudio Pasqualini, jefe ejército de Macri

El gobierno fue blando con la sedición policial y por eso el golpismo uniformado sigue avanzando. Irá hasta donde encuentren un límite que el gobierno o el pueblo les impondrá.

El disfraz de la entidad es intervenir, opinar desde temas de inseguridad hasta seguridad exterior. Defender a Chocobar y las políticas represivas. Ser la representación de los militares en actividad que no pueden manifestarse. Es lo mismo que hace Cecilia Pando. Además para dedicarse a esa actividad política deberían renunciar a sus jubilaciones y pensiones del estado.

Bressi, jefe policial de Vidal, procesado por espionaje ilegal, conduce la Mesa de Enlace

De fondo es una operación de la mesa de enlace mediática de Clarín, La Nación, Infobae, que buscan condicionar al gobierno y destituírlo. Por eso la publicitan periodísticamente, cubierto de «relato informativo neutral». Ya que la Mesa de Enlace militar es el anuncio de que se vienen más sublevaciones (no hay que pensarlo mucho).

Juan Bossi, ex militar y ex SIDE. Denunciado y echado por Néstor Kirchner por conspirador, conduce Mesa de Enlace

Error progresista

Un error común del progresismo es creer que los militares y policías actuales no son golpistas porque se «formaron» en democracia. Lo explican biológicamente; es decir, los efectivos de hoy eran niños o no habían nacido durante la dictadura de 1976. Por lo tanto, serían democráticos. El mismo Ministro Rossi lo declaró días atrás pero el principal impulsor de esa teoría fue el periodista Horacio Verbitsky, allá por 2001. Y hasta Hebe de Bonafini lo tomó en algún momento.

El militar rompió filas cuando hablaba Néstor Kirchner que decía no tenerles miedo

Se trata de una gran equivocación. No importa la edad. Importa la lista de familiares que se repiten. Son los apellidos de la familia militar de casi la totalidad de los integrantes. La familia del ejército, la familia marina, y demás. La casta de la oficialidad cuenta entre 2 y 4 generaciones de golpismo acumulado que se mama desde el nacimiento. Son los hijos, nietos, sobrinos de miles de militares que secuestraron, torturaron, desaparecieron y robaron bebés y niños. Las familias de militares reivindican el terrorismo de estado. Algunos hasta públicamente por las redes. Son familias de represores que han apoyado y visitado en las cárceles a los genocidas. Son lazos ideológicos, culturales, religiosos, sociales, afectivos y de sangre.

Los de la casta militar se relacionan entre ellos, viven en los mismos barrios, van a los mismos clubes y hacen deportes juntos. Festejan sus cumpleaños y se casan entre ellos. Van a los mismos colegios y universidades o colegios militares. Votan a la derecha, a Macri y odian al pueblo y a CFK.

La excepción de esta historia es el colectivo Hijos Desobedientes (una minoría pequeña) que repudia política y humanamente a sus familiares golpistas.

La apuesta golpista

Por ley los militares no deben intervenir en represión interna y menos en política. La razón de su existencia es la defensa de un posible ataque exterior. Mientras no haya ataque exterior o conflicto las fuerzas armadas son un costo, un gasto para el estado nacional y todo el país. Se debe gastar en preparación, logística y entrenamiento por algo que tal vez nunca vaya a suceder (ataque exterior). Y aún sucediendo no está asegurado un éxito. Se gastaron milones de dólares en entrenar a Astiz y 200 oficiales comandos para que se rindieran en las islas Orcadas-Georgias (guerra Malvinas) sin disparar un solo tiro.

Menos lógica tiene que el estado democrático pague sueldos, jubilaciones y pensiones a militares del terrorismo de estado. Que son portavoces de los activos y además se confabulan para operar en destituir y promover golpes de estado. Una Mesa de Enlace militar sería creíble si dijera dónde están los bebés robados o nacidos en cautiverio en los centros de torturas y exterminio. O si repudiara a Macri por la desaparición de los 44 tripulantes del ARA San Juan (casi todos de baja oficialidad, fueras de la familia marina).

En 9 meses de locas marchas terraplanistas, anticuarentena, anti k, que realizó la derecha macrista, no obtuvieron el resultado más buscado: mega devaluación. SI bien lograron varias cosas, la principal no.

Apuestan al golpismo a la boliviana para diciembre pero les saldrá mal. La sociedad está prevenida y los derrotará en las calles.

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