Argentina: El mismo poder de la dictadura del 76 a la pandemia 2021

Los empresarios argentinos prepararon el golpe de estado de 1976 para instalar a sangre y fuego las transformaciones económicas y sociales, bajo una dictadura empresarial-militar-eclesiástica. Los mismos grupos económicos siguen siendo el poder que condiciona las políticas y administraciones de los gobiernos, incluso, aunque en menor medida, los populares. Al amparo de la dictadura pasaron de prestadores del estado a los grandes capitalistas de los 90 y de hoy. Promovieron el golpe y toda sus políticas de torturas, asesinatos y desapariciones, por eso hoy sostienen el «Que mueran los que tengan que morir» por coronavirus de Macri.

Por qué y para qué el golpe?

A nivel mundial había transformaciones económicas a partir de la crisis del petróleo de 1973. Al aumentar la energía, en la industria se agotó el modelo fordista de producción en serie (basado en la producción y consumo más uniforme y masivo de productos, ej: pantalón) y se pasó al toyotismo (producción y consumo segmentado acordé a demanda, ej: pantalón a demanda de estilo, moda, edad, grupo social, etc) en base al desarrollo tecnológico de nuevas máquinas e insumos, de formas de trabajo (un obrero opera y rota distintas máquinas), en mercados, financiero y laborales (traslados, nuevas tareas, menos profesionalización y oficios). Es decir mayor explotación laboral para amortizar costos de energía en los nuevos mercados que son más exigentes. Los capitales siempre quieren maximizar ganancias, el problema aparece cuando son capitales gigantes continentales que para aumentar su rédito económico tuercen el camino de la historia (desafiando a los estados nacionales) en favor de ellos. Resultando una catástrofe para los pobres que quedan por fuera de un sistema cada vez más contraído y superexplotado en cuanto al mercado laboral.

En Argentina los empresarios aliados del sistema imperialista mundial, querían, para adaptarse, cambiar el modelo fordista en Argentina que era la Sustitución de Importaciones, por una nueva matriz económica social, basada en la acumulación rentística financiera (plata dulce), apertura externa comercial y financiera irrestricta, destrucción de la industria nacional y estatización de la deuda externa descomunal. Se inició el desmantelamiento del estado de bienestar que culminó con el menemato.

Eso implicaría descabezar y disciplinar al movimiento obrero, que fue uno de sus mayores logros, profundizado en un segundo capítulo con la derrota ideológica de los 90 con su reguero de desocupación y miseria.

Ese plan requeria de un genocidio y disciplinamiento social. El genocidio hacia el activismo obrer@ (70 por ciento de los 30000 desaparecidos son obrera@s), cuando la guerrilla ya estaba derrotada militarmente y el disciplinamiento de la sociedad con la anulación de las libertades individuales, democráticas y constitucionales bajo el imperio de la pena de muerte y estado de sitio permanentes.

Quién mentía disfrazando crímenes de enfrentamientos?

La dictadura violaba el derecho a la información y expresión para disciplinar a la sociedad, en complicidad con Clarín, La Nación, La Prensa, El Día y muchos empresarios periodistas actuales, discípulos de los operadores mediáticos de los militares y la Triple A, como Hadad de Infobae o Balcedo de diario Hoy, entre muchos otros.

La iglesia vaticana daba sostén espiritual e ideológico a los torturadores y colaboraba en interrogatorios, para que se «redimieran» l@s militantes y buchonearan a más personas para seguir secuetrándolas y eliminándolas.

Los militares hicieron el golpe, porque los sindicalistas gordos de la época eran desbordados constantemente por las bases y al no estar Perón, ningún político contenía a la sociedad bastante radicalizada. El movimiento obrero y una sociedad radicalizada peleaban contra esas transformaciones que Isabel y López Rega con Celestino Rodrigo, antes del golpe, intentaron iniciar (algo que concluyó Menem, 15 años después) y los echó.

La vuelta del constitucionalismo, 1983

Los mismos empresarios con su deuda privada estatizada, que pasaron de cuasi kiosqueros a monstruos «Capitanes de la industria», se despegaron de los militares durante el gobierno de Alfonsín y consensuaron Punto Final y Obedien Debida. Con Menem, aumentaron notablemente su poder, quedándose con áreas claves del patrimonio económico del estado y consensuaron Indulto.

Los 90, dictadura civil del capital

La rebelión de 2001 puso un freno a esa debacle popular. Hubo una mejora generalizada de las condiciones de vida de las grandes mayorías, en la etapa de los gobiernos Kirchner. El control de ese gobierno sobre el poder empresario se tradujo en juicio y cárcel a la mayoría de los genocidas.

En 2015, los empresarios con Macri destruyeron esa situación, aunque no pudieron hacer todo lo que querían. Siempre en estas ideas y venidas de estos 45 años el pueblo quedó un escalón más abajo en sus condiciones de vida. Cada vez fue y es más difícil acceder a la vivienda propia o alquilada, al la salud, a la educación, al descanso.

Pandemia y capitalismo

Macri, portavoz de los empresarios argentinos le transmitió al presidente lo que piensan los empresarios argentinos

Hoy no hay una nueva derecha como algunos creen, es la misma derecha del capital de siempre en una nueva ofensiva contra el trabajo, para aumentar sus ritmos de explotación, vía tecnología o vía ritmo de producción. Esa ofensiva en Argentina se expresa en el apriete del gran capital para que los hijos vuelvan a la presencialidad y que que madres y padres puedan volver sin obstáculos a sus lugares de trabajo o puedan teletrabajar, sin distracciones y así las patronales volver a la explotación completa y al comercio a destajo para restablecer las cuotas de valor y seguir en competencia.
Mientras los conflictos laborales se multiplican por despidos, rebajas salariales y paritarias incumplidas, pago de salario en cuotas, etc. La baja del poder adquisitivo es una tendencia en estos 45 años. Continúa un saqueo al bolsillo vía el aumento constante de los alimentos que provoca más hambre e indigencia y mayor precariedad en todos los terrenos.


Hoy 24/03 hay que construir memoria

De todas las maneras posibles. Sea plantando árboles, charlando, o movilizando. Movilizar hoy no contribuye a la propagación del virus como lo hace el retorno al trabajo presencial. Salir a trabajar no es peligroso pero movilizar sí? Trabajar en lugares cerrados con una única ventana, viajar en colectivo no es peligroso pero movilizar en un lugar abierto y con los cuidados sí?
Es muy necesario educar a hijos niñ@s plantando un árbol, como también estar en las calles (y no exponer a esos hijos) en repudio del golpe de ayer y contra la ofensiva de la patronal de hoy, que se expresa en el golpismo destituyente de los agrogarcas, especuladores financieros, formadores de precios, banqueros, Clarín y demás medios. Incluyendo su discurso apropiador de vacunas para ricos, vacunas que semanas atrás rechazaban.

23/03, marcha en La Plata

Los mismos que aumentan precios de alimentos y se quieren apropiar de las vacunas anti covid hoy (que los ricos puedan comprar vacunas y no esperar caja turno), ayer planificaron el golpe de estado. Hoy Clarín, JxC y los empresarios posan para la foto pero la verdad es que el repudio popular al golpe los incluye: Macri, Magnetto, Bullrich, Vidal, Duhalde, Garro, Larreta, y muchos más. Porque los desaparecidos luchaban contra ellos y los intereses que representan. Abrir archivos de inteligencia, guardados bajo ley de estado demostraría esa verdad y el destino de 400 nietos apropiados y 30 mil o más desaparecidos. Y sabríamos cómo y de qué manera los grandes empresarios argentinos comandaban la dictadura, como las multinacionales alemanas comandaban a Hitler.